Bullrich ratificó el protocolo antipiquetes: «no pueden cortar la calle»
Varios referentes sociales desafiaron a la ministra tras el anuncio del protocolo "antipiquete" y avisaron que el 20 de diciembre saldrán a las callesBullrich defendió el protocolo, que establece que las fuerzas de seguridad podrán desalojar las protestas que bloqueen el tránsito.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, ratificó el protocolo antipiquetes anunciado el pasado jueves, que contempla la posibilidad de reprimir y desarticular las movilizaciones que afecten el tránsito.
«La Argentina hace 30 años vive en un total desorden. No se respeta la ley, es un adorno. La ley y el orden genera libertad y la libertad genera progreso. Los piquetes son algo que daña a la economía y a las familias», subrayó la funcionaria.
Bullrich defendió el protocolo, que establece que las fuerzas de seguridad podrán desalojar las protestas que bloqueen el tránsito y que los manifestantes que participen de ellas podrían perder los planes sociales que reciben.
«Lo que hicimos con este protocolo es para ordenar lo que puede pasarle a la gente si cortan la calle. Podríamos no haberlo hecho. No pueden cortar la calle. Afecta la vida de millones de argentinos«, dijo.
«Ahora es un basta. El Presidente (Milei) lo dijo clarito en su asunción. El que corta no cobra el plan. Lo que estamos buscando es orden», agregó.
En declaraciones radiales, Bullrich pidió a los manifestantes que no corten la calle: «Estamos en un momento difícil del país. Necesitamos que todos colaboren. Quédense en su casa«.
«Las organizaciones que manejan a la gente como ganado, se van a terminar», cerró la excandidata presidencial.
El anuncio del protocolo antipiquetes generó una fuerte reacción de las organizaciones sociales, que lo consideraron una amenaza a la libertad de expresión y de manifestación.
Varios referentes sociales desafiaron a la ministra Bullrich y avisaron que el 20 de diciembre, fecha en la que se conmemora el Día de la Lealtad Peronista, saldrán a las calles a manifestarse.
El enfrentamiento entre el gobierno y las organizaciones sociales promete ser uno de los principales desafíos de la gestión de Javier Milei.