Cuatro de cada diez sanjuaninos trabajan «en negro»
Más de 100 mil sanjuaninos tienen trabajo informal o en negro. Qué analiza el gobierno y dos programas que se vienen para crear empleo blanco.
¿Y en que rubros hay más informalidad? Fernández mencionó varios sectores. El Comercio es uno de ellos, sobre todo en los locales más chicos que tienen dificultades para cumplir con la legislación laboral actual. Se da también en Agricultura y Servicios, donde hay personas que realizan tareas de baja calificación y remuneración (como las “changas”).
Minería e Industria es donde menos se da la informalidad y hay mayor tasa de empleo registrado. “Eso es porque son actividades desarrolladas por empresas de mediano y gran porte, y que por el nivel de riesgo que tienen normalmente los empresarios no tienen gente en negro”, explicó el ministro. “Pero a veces, en otras actividades menos riesgosas, o que son desarrolladas por microempresas o Pymes; hay una tendencia a tolerar más el trabajo informal. Por eso en el Comercio, en Servicios y en el campo también se ve bastante”, agregó.
Fernández analizó que esta es la realidad de todo el país, donde se estima que más de 10 millones de personas trabajan por un salario sin estar registrados. En el sector formal privado hay 6 millones de personas registradas. “Obviamente cuando al empleo formal privado le sumamos el empleo público registrado daría la impresión de que hay más gente en blanco que en negro. La realidad es que si solo comparamos con el sector privado tenemos más gente trabajando en negro que trabajando en blanco”, analizó.
Reforma laboral
Entre los motivos que esgrimen las empresas para no tomar empleados registrados está el temor a tener que pagar indemnizaciones que los lleven a la quiebra, si las condiciones empeoran y se ven obligados a reducir su planta de trabajadores. También mencionan que el costo laboral es alto, ya que además del 15% de aportes que se descuentan al trabajador, el empleador debe sumar un 20%, lo que influye en su margen de ganancia. Un ejemplo de la distorsión de los costos laborales se puede ver en este ejemplo: un sueldo de media jornada, de un portero de edificio de $150 mil netos, requiere un aporte patronal de $104 mil.
El ministro Fernández defiende la reforma laboral que propone el gobierno nacional, y que ha sido suspendida por la justicia. “Es necesario avanzar hacia una modificación de la legislación laboral que no implica quitar derechos porque la realidad dice que hay más gente sin derechos en el mundo laboral”, dijo el funcionario. En su opinión, es necesario un nuevo marco legal en materia laboral que permita incorporar a todas esas personas que hoy están fuera del sistema. Y los matices y detalles, deben ser discutidos en el Congreso de la Nación.
Dos programas para crear empleo “en blanco”
El ministro de Producción se reunió esta semana con varios funcionarios nacionales para potenciar diversos programas de empleo en San Juan. El objetivo es coordinar programas que ayuden a mejorar la empleabilidad de personas que trabajan en negro. Confirmó que dos de los que avanzan son los siguientes:
- PRODEPRO: es el Programa de Desarrollo de Proveedores, destinado a sectores estratégicos del sector energético, minero o industrial. Asiste con líneas de créditos especiales a aquellas empresas que pretendan ser proveedores en estos sectores estratégicos. La Secretaría de Comercio nacional se comprometió a continuar con ese programa de desarrollo de proveedores locales, de cara a lo que es el futuro de San Juan atado a la minería del cobre. En San Juan esos programas serán direccionados en forma conjunta entre el ministerio de Minería y el de Producción.
- Centro de desarrollo de proveedores metalmecánicos: Es un proyecto de consorcio público-privado entre la Unión Industrial de San Juan, el INTI (que depende de Industria y Comercio), el gobierno de la provincia y la Secretaría de Ciencia y Técnica. El proyecto tuvo aprobaciones iniciales y ahora San Juan logro luz verde de la gestión mileista para darle continuidad. Busca conformar un centro tecnológico de desarrollo de proveedores para metalmecánica, con un laboratorio de “ingeniería inversa”: diseñar piezas y repuestos que utiliza la minería en su proceso de reparación de máquinas, de componentes y equipos, para reemplazar las importadas.