Francisco: para combatir el hambre «el eje de toda estrategia son las personas»

El pontífice envió un mensaje a la oficina de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el que resaltó "la necesidad de intervenciones planificadas y programadas para erradicar totalmente el hambre y la malnutrición.

El papa Francisco afirmó que para combatir el hambre «el eje de toda estrategia son las personas», al enviar un mensaje a la oficina de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su 77 aniversario.

En una carta al director general del organismo, Qu Dongyu, difundida por el Vaticano, el pontífice resaltó «la necesidad de que las intervenciones sean planificadas y programadas para que contribuyan a erradicar totalmente el hambre y la malnutrición, y no sean simplemente la respuesta a carencias circunstanciales o llamamientos lanzados con motivo de emergencias».

«Estamos llamados a reorientar nuestra mirada hacia lo esencial, hacia lo que nos ha sido dado gratuitamente, focalizando nuestra labor en el cuidado de los otros y de la creación»Papa Francisco

Según Francisco, «para lograr soluciones justas y duraderas es preciso reiterar la urgencia de abordar juntos y a todos los niveles el problema de la pobreza, estrechamente vinculada a la falta de alimentación adecuada».

Foto Unicef

Foto Unicef

«Sin embargo, los objetivos que se plantean son ambiciosos y parecen ser inalcanzables», lamentó luego el pontífice en su mensaje en ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación 2022 que se conmemora el 16 de octubre con el lema «No dejar a nadie atrás. Mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y una vida mejor para todos».

«¿Cómo podríamos conseguirlos? Ante todo, no perdiendo de vista que el eje de toda estrategia son las personas, con historias y rostros concretos, que habitan en un lugar determinado; no son números, datos o estadísticas interminables», sostuvo.

Según el Papa, los objetivos también se pueden conseguir «introduciendo la categoría del amor en el lenguaje de la cooperación internacional, para revestir las relaciones internacionales de humanidad y de solidaridad, persiguiendo el bien común».

«Por lo tanto, estamos llamados a reorientar nuestra mirada hacia lo esencial, hacia lo que nos ha sido dado gratuitamente, focalizando nuestra labor en el cuidado de los otros y de la creación», enfatizó.