Iba con un bebé en un changuito y aprovechó la oportunidad para robar un celular de un kiosco
En las imágenes de las cámaras de seguridad del negocio se ve la secuencia completa de como el delincuente mira e ingresa para llevarse el aparato. Fue apresado.
El viejo proberbio dice: «La ocasión hace al ladrón». Y eso quedó demostrado en la noche del miércoles cuando un ladrón aprovechó la oportunidad de meterse a un kiosco de Capital para robar el celular de la dueña del lugar.
Eso sí, al delincuente no le importó nada, ya que concretó esa maniobra cuando iba con una mujer y un bebé en un changuito, precisaron fuentes de Flagrancia.
El detenido se llama Alexander Daniel Pereyra, tiene 20 años y vive sobre calle Las Heras, en Capital, agregaron fuentes del caso. Este sujeto caminaba ayer a las 21 junto a una mujer y ambos llevaban un changuito con un bebé.
El sitio que atacó este delincuente se llama «Kiosco Meli» y está ubicado en calle Féliz Pineda 1396 Sur, en Capital. Allí se encontraba la dueña del negocio, de 33 años, quien al momento del robo limpiaba el piso del local, explicaron fuentes judiciales.
Las tres cámaras de seguridad del kiosco captaron toda la secuencia que hizo Pereyra junto a su familia. En esas imágenes se ve cuando el joven pasa caminando por la calle y mira hacia el interior del comercio.
Y en cuestión de segundos decide abandonar momentáneamente a la mujer y al bebé para ver qué puede robar. Y así lo hizo: aprovechando la ausencia de la damnificada es cuando el sujeto entra y toma del mostrador su celular Motorola G20.
Una vez que lo agarra, el ladrón se lo mete al pantalón, a la altura de la cintura, y sale caminando como si nada. Hasta allí parecía un robo sin autor, pero el marido de la damnificada se da cuenta de la ausencia del aparato y ante la sospecha de que podrían haberselo robado revisa las cámaras.
Las imágenes fueron elocuentes y al verlas, el hombre salió con su suegro a bordo de una moto para rastrear al sospechoso. Y lo encontraron sobre calles Agustín Gómez y Las Heras.
Para ese momento, Pereyra se había cambiado y encima se hizo el desentendido cuando el esposo y el padre de la comerciante le exigieron que devolviera el celular robado. Como se negó, los dos hombres fueron a pedir ayuda a una sede policial cercana y así fue como el joven acabó esposado.
La requisa permitió recuperar el celular robado, ya que Pereyra aún lo tenía encima. Fuentes judiciales indicaron que el sujeto quedó detenido por el delito de hurto y en los próximos días será juzgado por ese atraco.