Un empresario sanjuanino acusado de a sus hijas quedó en libertad
La madre de las menores se mostró indignada con la resolución judicial y aseguró que una de sus hijas quedó severamente dañada en su salud mental. "Ella se quiere matar y ese animal, en la calle", expresó.
Un aberrante caso que se dirime en la justicia presentó una novedad que cayó como una bomba para las menores que denunciaron a su padre, un destacado empresario sanjuanino con conexiones en Brasil, acusado de abuso sexual. Es que el hombre que fue procesado por el delito contra la integridad sexual en perjuicio de sus dos hijas quedó en libertad por demoras que sufrió la investigación y por el vencimiento de los plazos para permanecer detenido.
La causa que era instruida por el Primer Juzgado de Instrucción a cargo de la jueza Gema Guerrero, y que pasó a manos de la Unidad Conclusiva de Causas en febrero de 2021 con el inicio del Sistema Acusatorio, tiene al denunciado C.H.J como procesado por abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo en perjuicio de su hija mayor (hoy de 17 años) y sospechado de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo en perjuicio de su hija menor (de 15 años).
En octubre de 2020 fue procesado por la jueza con prisión preventiva y por ello fue a parar al Servicio Penitenciario. Pese a los intentos de su defensa, el fallo quedó firme un mes más tarde y un año después, es decir el 25 de noviembre de 2021, la Fiscalía solicitó el cierre de la investigación y la elevación a juicio. Sin embargo, la causa todavía no llegó al debate y cuando lo haga será con el imputado en libertad.
La razón de la liberación es que el acusado pasó más de dos años tras las rejas y ese es el límite para estar aprehendido sin conocer una sentencia. El 30 de enero se vencieron los plazos y por ello el defensor oficial Carlos Reiloba pidió el cese de la prisión preventiva por hallarse vencida. Ante el requerimiento, el Ministerio Público Fiscal se opuso al beneficio dad «la especial gravedad del delito» y solicitó la prórroga de la medida coercitiva.
Sin embargo, el juez de la Unidad Conclusiva dio lugar al pedido de la Defensoría Oficial y argumentó que de no otorgar la libertad «incurriría en una privación ilegítima de la libertad». La autoridad judicial indicó que no existen fundamentos suficientes que hicieran necesaria la prórroga, puesto que está completa la investigación y además cuestionó a la Fiscalía por no pedir la extensión antes del vencimiento de los tiempos.
Por esta resolución que fue notificada en el domicilio de las presuntas víctimas, la madre de las menores se mostró indignada y aseguró que la noticia afectó directamente a la mayor de sus hijas, quien se encuentra sumida en una profunda depresión. «La vida de ella es prácticamente dormir. Sufre ataques de pánico, tiene deseos de quitarse la vida, quedó muy afectada por los abusos», aseguró la mujer.
De origen brasilero, la madre de las presuntas víctimas relató que desde que conoció al padre de tres de sus hijos (tiene una beba con otro hombre) vivió un calvario. A sus 16 años se cruzó con él en Fortaleza y desde entonces su vida no fue igual. Ingeniero especializado en aviación, era presidente de una importante compañía tecnológica en el país carioca cuando se convirtió en su pareja. Aunque ella era menor, C.H.J la conquistó con lujos y con una vida que siempre soñó.
Tras formar pareja con el sujeto 30 años mayor, contó que sufrió violencia de género y que nunca pudo salir de ese espiral. Se vinieron a vivir a San Juan y tuvieron más hijos, pero detalló que las agresiones de todo tipo nunca cesaron. Si bien se separó, sus hijos se siguieron frecuentando con el padre y habría sido en su ausencia cuando se produjeron los ataques.
La más grande de las niñas comenzó a presentar ataques de pánico y otro tipo de problemáticas que fueron tratadas rápidamente por un profesional. Al cabo de 6 meses de terapia con una psicóloga, la adolescente confesó abusos de su propio padre y por ello su madre radicó la denuncia en la justicia.
Tras la contundencia de la declaración en Cámara Gesell, las sospechas por abusos con la hermana menor se incrementaron y luego se sustentaron con el relato de la más chica. Finalmente, todo desencadenó la detención del hombre que ahora está libre pero que no se puede acercar a menos de 600 metros de las denunciantes, mucho menos irse de la provincia por el peligro de fuga que ello pueda representar.